
Con tres goles a balón parado la campeona de Europa hizo los deberes esperados en Tallin. Dio media hora de ventaja a su rival, golpeó cuando tenía que hacerlo y acabó imponiendo la lógica ante un Estonia sin recursos. Los dos centrales, Puyol y Juanito, vieron puerta y Villa no se quedó sin su sello, éste desde el punto de penalti. Un dato para apuntar es que San Iker ha llegado a su record de 700 minutos imbatido en la porteria española.
El miércoles nos espera Bélgica en la primera prueba importante en nuestro camino hacia el Mundial. Por cierto, el partido se disputará en Bruselas este próximo miércoles, en un terreno de juego de verguenza ya que incluso hasta los jugadores han declarado que es como si jugaran en tierra.